domingo, 23 de septiembre de 2012


Casa de ladrillo a las 6 de la tarde en St. Louis
Estoy de nuevo en el fuego de la sala de tu casa, mirándote. Tú miras por la ventana sin advertirme, con un dejo añoranza, con un poco de incredulidad miras los copos de nieve y recuerdas los otros inviernos, los largos inviernos, mientras en la nieve se pierde el último rayo de la claridad  del día. Después de todo – piensas y te dices- “sigue siendo el suburbio de mi infancia”. Grandes pinceladas de recuerdos te recorren el alma y te confortas en la cocoa caliente que ha preparado tu madre. Dijiste que el niño había muerto, pero ya sabes que somos siempre todos y ninguno. Soy y estoy de este lado del viento, soy y estoy en la ceniza calcinada, soy y estoy en la parte ancestral, pero también hay frío y la primavera  llegará al mismo tiempo en el lado opuesto.

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