primeros poemas de la enredadera

Primeros brotes
Tu imagen confluyó en un espacio preciso
mi mente
paraje de ramas
soy la enredadera que se entrena
a morir después del verano
No me duelen las nervaduras
y
si me cortan un espiral
el tacto del viento en tus labios.

Soy el verde que puebla el color
olivos de noche
los grillos en la sinfonía
Si me reencuentra la nada
el ocio de una noche en tus brazos.


Ocio , amor, u orgullo

verano destilando
resumos ácidos de flores y efímeras.

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Mataron al ocio
el silencio

núbil ha comenzado la muerte de la enredadera

Comienza por las puntas
lo que de raíz viene
El invierno adelantado
El reblandecimiento de la tierra
Avanza por fuera y viene adentro.

Tu imagen desapareció
Te pensé como un espacio de eternidad
mi tiempo sobre la tierra.
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Acepto la la soledad
como la última en el infinito
de las posibilidades humanas
como el amanecer del día en que todos estemos solos,
ese día habrá la muerte ha ganado la partida,
sobre las calles sólo quedarán cadáveres.

Por ahora sé que no estoy sola:
me acompaña el vino,
una guitarra de jazz,
cuando quiero cambiar la cerveza
y también el rock n’ roll,
me relajo
con mis pies de ninfa
bebo
escuchó notas dulces.
Me conformo con mi humanidad.

De todas las posibilidades humanas
la mía y la tuya son la única
la soledad espacioinfinito
que corresponde solo a los cuerpos celestes.